El unbossing y la gestión del talento en las organizaciones
Como indiqué en mi artículo anterior que trataba sobre las 5C de los equipos virtuales de trabajo, con la transformación digital de las empresas la forma de organizar el trabajo cambia. Se apuesta por crear entornos colaborativos, basados en la comunicación y la participación de las personas. Junto a esto se desarrollan nuevas configuraciones organizativas donde se tiende a reducir en mayor o menor número los niveles jerárquicos (López Carmona, 2023), lo que se conoce como unbossing o desjerarquización.
Los mandos intermedios están reduciendo su número de las organizaciones. Pero esta tendencia debe ser entendida en el contexto del conjunto de cambios organizativos que se producen con la actual digitalización de las empresas. Las configuraciones organizativas evolucionan hacia organizaciones en red, que incorporan valores como la gestión del conocimiento, la iniciativa y la participación en la toma de decisiones, la creatividad, la flexibilidad, la autonomía, etc. El conocimiento se convierte en un factor básico de la producción, por lo que las organizaciones inteligentes deben promover el aprendizaje, la reutilización y el intercambio del conocimiento entre todos sus miembros.
La organización en red puede ser concebida como una organización de organizaciones (o de unidades dentro de la organización), con una relación integral e interdependiente, en la que cada una de ellas ejerce determinados roles (proveedores, distribuidores, clientes, etc.). Cada una de estas organizaciones se especializa en una actividad.
Las unidades que participan en las organizaciones en red se dirigen, pues, a una estructura más horizontal, inteligente, interconectada y con grupos de trabajo (en muchos casos, virtuales) más autónomos, con una gran capacidad de creatividad y de innovación. La vinculación entre estas unidades no se centra en el control de los recursos, sino que están integradas a través de unos valores comunes. No existe un único centro de toma de decisiones, sino tantos como centros forman la red; se produce un proceso de autorregulación entre todos sus componentes.
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Como digo, el unbossing forma parte de un conjunto mayor de transformaciones en las organizaciones. Recientemente, ha sido objeto de estudio el caso de la multinacional farmacéutica Bayer, una de las grandes corporaciones que pretende en 2024 reconfigurar con profundidad su estructura organizativa, reduciendo burocracia corporativa y apostando por fórmulas de trabajo colaborativo y en red, con equipos de trabajo autodirigidos y menos niveles jerárquicos.
El debate gira en torno a las ventajas e inconvenientes que tienen esta reconfiguración organizativa. En cuanto al lado positivo del unbossing, se suele destacar:
- Con la reducción de los niveles jerárquicos se crea una comunicación entre los trabajadores y los decisores de las organizaciones. Se promueven estructuras organizativas más planas, donde se incrementa la visibilidad de todos los empleados y se reducen las ineficiencias provocadas por fallos de comunicación entre niveles.
- Los "jefes" son sustituidos por líderes con prácticas de gestión más modernas y alineadas con la digitalización de los procesos y la innovación organizativa.
- Los equipos de trabajo autogestionados ganan protagonismo en la organización, y pueden generan mejores soluciones a problemas más difíciles. Los trabajadores están más comprometidos y motivados con la organización.
Al mismo tiempo, el unbossing no debe entenderse como panacea de nada y adoptarlo en cada organización según una estrategia corporativa global que haga frente a los retos que se presentan en cada área o sector de negocios. Una mala o poco planificada estrategia de unbossing acarrea también desventajas para las organizaciones. Además, a corto plazo, las organizaciones que lo implementan deben superar la resistencia al cambio de muchos ejecutivos intermedios que ven peligrar sus puestos o sus funciones.
La gran heterogeneidad de situaciones y condiciones en que operan las organizaciones hace que cada una configure su estructura y su funcionamiento de manera particular, habilitando espacios de trabajo digitales y colaborativos. El unbossing, como parte de las nuevas configuraciones organizativas de las empresas es una herramienta más en el proceso de adaptación y cambio organizacional. La figura del ejecutivo o mando intermedio deja paso a profesionales especializados en nichos específicos de la organización, sea un producto o un proceso interno, que lideren equipos o proyectos dentro de las empresas y que inspiren a sus compañeros.
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