Un blog sobre el Trabajo
en la Era Digital

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¿Qué significa el concepto trabajo 4.0?

Cuando decidí crear un blog donde escribiera mis reflexiones sobre los cambios que experimenta el mundo del trabajo en la era digital, tuve la suerte de encontrar a mano un término que resumía y englobaba estos cambios: trabajo 4.0. ¡Vamos que no tuve que dedicarle mucho tiempo a pensar un título para mi blog!

¿Pero qué significa realmente este concepto?

Al igual que otros conceptos con la etiqueta "4.0" que vienen pululando en la última década en artículos e informes varios, su origen está en Alemania. Por primera vez se habla de trabajo 4.0 en un informe de noviembre de 2015 de Ministerio Federal de Trabajo y Asuntos Sociales de Alemania titulado Arbeit neu erfinden (en inglés Re-imagining work 4.0).

Bajo la etiqueta trabajo 4.0 resumimos un conjunto de transformaciones presentes y futuras del trabajo y el empleo en el contexto de la Cuarta Revolución Industrial. En este artículo te presento el alcance y la utilidad de este concepto como primera aproximación. En próximos artículos aparecerá una y otra vez este concepto de manera recurrente y tendré ocasión de ir perfilando sus contornos.

Obtenida de shutterstock 

Desafíos presentes y futuros para el mundo del trabajo 

Es muy común caracterizar a nuestras sociedades mediante el análisis e interpretación de diversos cambios sociales y económicos de gran alcance, como la revolución tecnológica (digital), la globalización económica, el cambio demográfico (envejecimiento, migración) o el cambio cultural en los valores y preferencias,

Estos cambios presentan en la actualidad varios desafíos para el mundo del trabajo, y que de una manera u otra están en el debate social y político cuando hablamos del futuro del trabajo. Estos desafíos se pueden resumir en seis:

  1. La transformación productiva de sectores y actividades económicas (automatización y digitalización de procesos), y sus efectos en el nivel de empleo y en la estructura ocupacional.
  2. La creación de nuevos mercados y servicios a través de plataformas digitales, que requieren nuevas formas de trabajo.
  3. La progresiva automatización de un mayor número de tareas y actividades requiere de una reconfiguración del contenido de los empleos, reduciendo aquellas tareas más fáciles y económicas de automatizar, y asumiendo nuevas tareas relacionadas con el procesamiento de la información y el trabajo colaborativo.
  4. Esta reconfiguración en los empleos lleva, a su vez, a una revalorización del factor humano en las empresas: mejora de capacidades, revalorización de los conocimientos y la experiencia profesional, trabajo en equipo, etc.
  5. El entorno laboral cambia con el uso de nuevas tecnologías en los procesos de trabajo (Inteligencia Artificial, Robótica, Big Data, etc.). Se mejora en algunos ítems la seguridad y salud de los trabajadores, a la par que se generan nuevos riesgos provocados por la interacción hombre-máquina, junto a otros riesgos relacionados con la privacidad y la protección de datos de los trabajadores.
  6. La organización del trabajo también se transforma. Se buscan fórmulas más flexibles respecto al tiempo y al lugar de trabajo, lo que no siempre supone una mejora de las condiciones laborales.

En la anterior ola de automatización de los años 1970-1980, que tuvo como protagonista las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación), se dieron complementariedades con el trabajo humano, lo que contribuyó a mejoras sustantivas de la productividad en todos los sectores económicos, en términos generales.

Sin embargo, en la actualidad, la magnitud y el ritmo de implantación de las nuevas tecnologías digitales que están protagonizando una nueva ola de automatización, como la inteligencia artificial y el desarrollo de la robótica industrial (Machine Learning, Deep Learning), apunta a cosas diferentes.

Se reduce la presencia del trabajo humano en las actividades productivas, con el consiguiente desempleo tecnológico, ante el cual hay que desarrollar actuaciones de reorganización social. En un informe elaborado por el McKinsey Global Institute en 2017 se afirmaba que alrededor del 50% del tiempo dedicado a actividades de trabajo humano en la economía global es automatizable, aunque las velocidades de adopción varían mucho entre los diferentes países.

El impacto sobre el empleo de las nuevas tecnologías digitales no se limita a la automatización de tareas rutinarias, sino que alcanza a tareas más complejas y costosas que pueden ser realizadas por máquinas. Hoy las máquinas son capaces de coordinar logísticas, manejar inventarios, liquidar impuestos, traducir documentos complejos, escribir textos analíticos, redactar informes legales o diagnosticar enfermedades.

Nuevas ocupaciones 

Como en ocasiones anteriores, la incorporación de una nueva generación de tecnologías al sistema productivo conlleva un segundo tipo de efectos, más allá de la sustitución del factor humano por las máquinas, que consiste en la redefinición de las ocupaciones y los empleos mediante el diseño de nuevas tareas y actividades no automatizables (o que la automatización conlleva un sobrecoste respecto al trabajo humano).

En la Cuarta Revolución Industrial están surgiendo nuevas ocupaciones y empleos. Por ejemplo, el uso de inteligencia artificial en los procesos productivos hace que se desarrollen tareas y actividades relativas al entrenamiento de sistemas inteligentes (robots, cobots, etc.) o a la monitorización del rendimiento de las máquinas y el cumplimiento de los estándares de calidad. También la disponibilidad de aplicaciones inteligentes en la educación y la atención sanitaria están requiriendo nuevas tareas relacionadas con la evaluación, diseño e implementación de programas individualizados.

Cuando hablamos de nuevos empleos, o nuevas ocupaciones, no solo nos referimos a ocupaciones totalmente nuevas que no existían en el pasado. ¡Estas son solo una parte! También nos referimos a nuevas ocupaciones cuando se da un cambio importante de las funciones a desarrollar o de las habilidades requeridas para desempeñar el puesto de trabajo.

De esta manera, en las empresas se pueden poner en marcha tres estrategias básicas para reconfigurar las ocupaciones y empleos, y adaptarlas a los nuevos entornos de trabajo que se producen con la llegada de las nuevas máquinas y procesos en los centros de trabajo:

  • La adaptación de los puestos de trabajo existentes, mediante la adición de nuevas habilidades,
  • La combinación de habilidades y funciones de diferentes trabajos o actividades para crear nuevas especialidades.
  • La resolución de nuevos problemas (o nuevas oportunidades de mercado) que requiere de la creación de nuevos puestos de trabajo.

En primer lugar, tenemos la adaptación de los puestos de trabajo existentes a nuevas exigencias del mercado. Se incorporan nuevos conocimientos y tareas, sin cambiar radicalmente el objetivo específico de una ocupación previa. Por ejemplo, la creciente incorporación de sensores, baterías y otros elementos tecnológicos en nuestras prendas de vestir supone que los trabajadores de las empresas del sector textil necesiten aprender nuevas competencias para trabajar con estos nuevos materiales en la confección de la ropa.

Un segundo modo de crear nuevas ocupaciones consiste en la combinación de competencias de diferentes ocupaciones para crear otra nueva. También se puede dar cuando unas tareas especializadas que formaban parte de una ocupación se convierten en una nueva ocupación con identidad propia. Esto puede ser ejemplificado con un nuevo empleo en el ámbito de la enfermería que está emergiendo en los hospitales. Consiste en el tratamiento de pacientes expuestos a toxinas químicas, de origen ambiental. En este caso las enfermeras deben combinar conocimientos y habilidades propios de la salud humana y de la salud ambiental.

El tercer y último mecanismo consiste en la resolución de nuevos problemas o necesidades que se demandan por los consumidores, mediante la incorporación de una innovación tecnológica o de un nuevo conocimiento al proceso productivo. Por ejemplo, la creciente comprensión científica del cerebro humano es un área importante de crecimiento económico potencial para el futuro, ya sea para crear inteligencia artificial o mejorar la vida humana.

En conclusión, las transformaciones de trabajo que englobamos bajo el concepto de trabajo 4.0 apuntan a la necesidad imperiosa de un debate entre el gobierno y los agentes sociales sobre el impacto que tendrá para los empleos, las cualificaciones y los salarios, el uso creciente de la inteligencia artificial y la robótica -entre otras tecnologías digitales- en las actividades productivas.

Este debate debe dirigirse a crear en las organizaciones un nuevo modelo de trabajo, que aúne la necesidad de elevar los niveles de productividad de la fuerza de trabajo con unas mejoras sustanciales en las condiciones laborales.

¿Qué cuestiones consideras que debería tener ese nuevo modelo de trabajo?

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Para saber más...

Bundesministerium für Arbeit und Soziales (BMAS), 2015. Re-imagining Work 4.0. Green Paper

McKinsey Global Institute, 2017. Jobs lost, jobs gained: Workforce transitions in a time of automation

Raquel Roca, 2015. Knowmads. Los Trabajadores Del Futuro. Lid Editorial.

Sodexo, 2015. Workplace Trends 2014.

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